Este 12 de abril finaliza el plazo para reclamar a Citröen, Peugeot, Seat, Škoda, Volkswagen, Audi, Kia, Chevrolet y Porsche, por haber inflado artificiosa e ilegalmente los precios de venta de sus vehículos. Los afectados que hayan reclamado a estas nueve marcas podrán reclamar entre el 10% y el 15% del valor de compra de su coche. Estos nueve fabricantes, y otros diecisiete más, crearon un cártel entre febrero de 2006 y agosto de 2013, para obtener beneficios “extra” que se repartirían después, lo que atentaba claramente contra la libre competencia que rige en el mercado europeo.
En el año 2015, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) abrió un expediente a 27 de los principales fabricantes de vehículos en España, por crear presuntamente un cártel, a través del cual intercambiaron información confidencial. Con ello establecieron una estrategia común, que les permitió subir artificialmente sus precios de venta.
La investigación afectó a Citröen, Peugeot, Seat, Škoda, Volkswagen, Audi, Kia, Chevrolet y Porsche. Las indemnizaciones a estas marcas serán reclamables solo hasta el 12 de abril de 2022. También fueron expedientadas Alfa Romeo, BMW, Chrysler, Dodge, Fiat, Ford, Honda, Hyundai, Jeep, Lancia, Mercedes, Mitsubishi, Nissan, Opel, Renault, Toyota y Volvo, aunque algunas de estas marcas ya no están presentes en el mercado español. Asimismo, Mazda fue expedientada y luego exculpada de la acusación.
¿Qué es el cártel de coches?
El plazo para reclamar a las otras diecisiete marcas distintas de las nueve citadas inicialmente (26 fabricantes en total) finalizará en mayo, aunque existe cierta controversia en cuanto a si los plazos para presentar reclamaciones se podrían prolongar durante cinco años más.
Un cártel es un convenio ilícito, o una asociación ilegítima y clandestina, entre empresas de un mismo sector de producción, o de sectores relacionados, para sortear el mercado de la libre competencia y controlar la producción, venta y precios de sus productos y mercancías. Con ello consiguen controlar su sector de actividad (el de vehículos de automoción, en este caso) y, por tanto, la oferta. Así obtienen “beneficios extra”, en contra de los intereses de los consumidores, que se reparten posteriormente entre ellos.
Diez millones de afectados por el cártel de coches
Hay más de diez millones de usuarios potencialmente afectados por el cártel de vehículos. Son los que compraron un coche de alguna de estas marcas entre febrero de 2006 y agosto de 2013. Pueden presentar reclamaciones gracias a que el Tribunal Supremo está ratificando las multas que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) impuso a todas estas marcas (salvo Mazda) en 2015.
La CNMC impuso una de las mayores multas de su historia a estos fabricantes de coches: 171 millones de euros, aunque luego condonó unos cuarenta millones de euros a las marcas pertenecientes al Grupo Volkswagen (Audi, Porsche, Škoda y Volkswagen) y a Seat, por haber colaborado en las investigaciones. Sin embargo, esto no las exonera de sus responsabilidades ante los clientes y, por tanto, no las libra de tener que atender a las reclamaciones e indemnizaciones que se puedan fijar.
Cómo reclamar por el cártel de coches
En función de la marca y del modelo adquirido, las indemnizaciones a percibir por parte de los consumidores pueden oscilar en torno al diez por ciento del precio “inflado” de cada coche.
Por ejemplo, en el caso de un vehículo que hubiera costado unos 15.000 euros, la indemnización podría moverse entre los 1.500 y los 2.250 euros, más los intereses legales.
Para reclamar, los consumidores potencialmente afectados deben aportar el máximo de documentación posible. Por ejemplo, la factura de la compra del coche; acreditación del pago; la ficha técnica del vehículo; los contratos de compra o financiación, etcétera.
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