Aunque es muy frecuente confundir los términos "discapacidad" e "incapacidad", lo cierto es que tienen un significado muy distinto. La incapacidad es un concepto utilizado en el ámbito laboral en relación a la capacidad de una persona para desarrollar su trabajo. La discapacidad, sin embargo, es mucho más amplia y afecta tanto al ámbito laboral como al personal de la persona que la padece. En este artículo, nuestros abogados especializados en incapacidad, detallan la diferencia entre estos dos conceptos pertenecientes al derecho familiar.
¿Qué es la incapacidad?
El uso del término “incapacidad” queda relegado, única y exclusivamente, para cuando hablamos del ámbito laboral. Podemos decir que, alguien sufre una incapacidad para desarrollar su trabajo de forma completamente normal.
Una persona puede verse incapacitada para poder hacer su trabajo por una enfermedad (física o mental) o por un accidente (laboral o no). Además, estas enfermedades o accidentes pueden ser temporales o permanentes. El reconocimiento de esta situación debe hacerlo el Instituto Nacional de la Seguridad Social.
Incapacidad temporal o permanente
La incapacidad temporal no es más que la popularmente conocida baja médica. Es decir, una gripe o un esguince de tobillo son condicionantes temporales porque en algún momento nos recuperaremos.
Por otro lado, la incapacidad permanente es aquella que se da cuando el trabajador sufre una enfermedad o una lesión que le impide, de por vida, desarrollar su trabajo con normalidad.
Además, encontramos diferentes grados de incapacidad. Estos son: Incapacidad Permanente Parcial, Incapacidad Permanente Total, Incapacidad Permanente Absoluta y Gran Invalidez.
¿Qué es la discapacidad?
Una discapacidad es una limitación en la capacidad de una persona para realizar ciertas tareas o actividades de la vida diaria. Esta persona está limitada por razones físicas, psíquicas o sensoriales para desarrollar su vida con completa normalidad.
Para ser reconocido legalmente como persona con discapacidad, esta debe ser igual o superior al 33%. Se debe obtener un certificado de discapacidad emitido por la administración del estado, concretamente los órganos competentes de los asuntos sociales de cada comunidad autónoma.
Para determinar el alcance de la discapacidad de una persona, es necesario evaluar tanto la discapacidad manifiesta y los factores sociales adicionales relacionados con el entorno familiar y laboral de la persona, la situación educativa, cultural, etc., que impiden la integración en la sociedad.
Diferencias entre incapacidad y discapacidad
La primera diferencia que encontramos es el ámbito en el que usamos cada. La incapacidad solo se refiere al entorno laboral y la discapacidad contempla todos los ámbitos de la vida.
Por otro lado, se miden de forma distinta, la discapacidad se mide en porcentaje y la incapacidad en grados. Y se reconocen por entidades diferentes. Por último, hay que tener en cuenta que no son situaciones incompatibles, es decir, alguien puede ser una persona con discapacidad y sufrir, también, una incapacidad.
Finalmente, recordar que tras la implementación de la Ley 8/2021, de 2 de junio, el término “incapacitación judicial” que suponía la imposibilidad de tomar decisiones de una persona con una discapacidad ya fuera psíquica, intelectual o física, ha sido sustituido por medidas de apoyo a las personas con discapacidad.
Si después de leer este artículo sigues teniendo dudas o crees que puedes necesitar la ayuda profesional de abogados especialistas en derecho familiar, no dudes en ponerte en contacto con Lidiare.
