Los microcréditos y préstamos mueven al año en España 14 mil millones de euros y suelen tener intereses superiores al 26%, e incluso hasta casi el 30% en algunos de los casos.
Si el tipo máximo permitido por la ley es el 22%, el exceso de todos estos microcréditos y préstamos oscila entre un 4% y un 8% por encima del mencionado 22% estipulado. Y tomando el 7% como el exceso generalizado de estos tipos de interés, este porcentaje del 7% en demasía sobre los 14 mil millones citados son 980 millones de euros.
A esta cifra hay que sumar las comisiones y recargos que cobra la entidad prestataria (y usuraria). Como casi siempre son igualmente abusivos, cifrar el negocio “legal” de la usura en España en mil millones al año tiene no parece exagerado.
Cada vez más reclamaciones por microcréditos
Otro dato son las reclamaciones por microcréditos presentadas ante el Banco de España, que en los últimos diez o doce años han sido siempre, invariablemente, de varias decenas de miles anualmente y con una tendencia al alza (aunque con algunos altibajos). Esto, sin contar con las consultas recibidas acerca de posibles irregularidades o excesos, que pueden multiplicar por dos, e incluso por tres, el número de casos registrados que podríamos calificar como “de usura”.
Todas las instituciones y entidades, privadas o públicas, que se han pronunciado alguna vez sobre los microcréditos coinciden en señalar que la cifra de ciudadanos que acuden a ellos crece de año en año.
Este sector financiero es uno de los de mayor actividad crediticia, o prestamista, porque en él operan cada vez más entidades, que ven un “negocio redondo” prestar dinero a los particulares que tienen necesidades económicas puntuales o “de urgencia”.
Entre los clientes potenciales de esta oferta de microcréditos destacan las generaciones de los ‘millenials’ y los ‘centenials’. Las generaciones más jóvenes son las más castigadas por el paro y tienen necesidades crecientes, al igual que los trabajadores en empleos inferiores y poco remunerados. Estos últimos son víctimas de la precariedad y se ven afectados por los ERE (Expedientes de Regulación de Empleo, que suelen materializarse con despidos) y los ERTE (Expedientes de Regulación Temporal de Empleo, que se traducen en desempleos temporales, aunque con vuelta al puesto de trabajo al cabo de un tiempo limitado).
Justicia falla a favor de quien reclama
El Banco de España emite dictámenes favorables al reclamante en la mayoría de los casos. También la Justicia. Los tribunales fallan a favor de los reclamantes en el 95% de los casos. Tanto es así, que las instituciones financieras y compañías prestatarias (y usurarias) prefieren llegar a acuerdos particulares con los clientes que reclaman, antes que verse en un juicio, ya que al dinero que las sentencias les obliga a devolver tienen que sumar las costas procesales.
La mejor manera de reclamar contra los intereses abusivos y de usura es a través de un abogado especializado en microcéditos. La mayoría de estos bufetes dedicados a asesorar legalmente a los consumidores afectados tienen comprobado que sus clientes representados pueden recuperar unos 7.500 euros en España, como promedio, sólo por los abusos que representan muchas tarjetas de crédito, especialmente las de tipo ‘revolving’.
Esta cifra es la suma de dinero acumulada por la devolución de los intereses abusivos cobrados y la minoración de la deuda pendiente. Además de recuperar esta cuantía como promedio, se logra la nulidad del contrato.
Asesoramiento legal de un abogado especializado en microcréditos
El asesoramiento legal es imprescindible para reclamar. Un abogado especializado en reclamación de microcréditos también expondrá a su cliente que tiene la posibilidad de reclamar en caso de falta de transparencia e información en la venta del producto crediticio.
Como es lógico, el dinero que se puede recuperar tras reclamar por intereses abusivos depende de la cantidad prestada; del tiempo que se lleve pagando; de la cuota, etc… Pero si, por ejemplo, un particular ha obtenido un microcrédito de cuatro mil euros y ha pagado seis mil en intereses y sigue debiendo tres mil (estamos citando un caso real), este particular puede recuperar unos dos mil euros y no tendrá que pagar los tres mil euros que aún se le exigía como deuda, con lo que se ahorraría tener que pagar cinco mil euros en total.