Abogados en Alicante
El despacho de abogados de Lidiare Alicante nace en enero de 2.017 fruto de la misión común de todos sus integrantes: fomentar y consolidar una cultura de legalidad entre nuestros clientes y aliados, como base fundamental para una sociedad más justa, más libre, más democrática y más abierta.
Actualmente somos un economista y tres abogados en Alicante, todos colegiados y en ejercicio activo, y por tanto habilitados para prestar servicios legales de asesoramiento y asistencia letrada a particulares, empresas y autónomos, con una experiencia cada uno de ellos superior a 15 años en muy distintos ámbitos, muy especialmente el mundo empresarial.
La misión de nuestros abogados en Alicante es proporcionar servicios legales ajustados a las necesidades de nuestros clientes, en materias sobre las que los integrantes del despacho tienen contrastada experiencia y amplio conocimiento, a unos precios justos y acomodados a las distintas fases por las que puedan transitar los asuntos.
Para poder hacerlo, fundamentamos nuestra actuación en cinco valores fundamentales:
Honestidad y deontología. Nos relacionamos con los clientes, con las otras partes del caso, y los profesionales que intervienen en el mismo propios o ajenos, con el máximo respecto y honestidad, y siempre con estricto cumplimiento del código deontológico de la abogacía, garantía de calidad para todos ellos.
Información previa y continuada. Nuestros clientes saben de antemano nuestra valoración jurídica de su caso, los servicios que podemos prestarles, y los honorarios por los mismos, y están puntualmente informados de cualquier circunstancia que se produce en su tramitación.
Responsable Lidiare abogados Alicante: Andrés Valdés.
Un equipo de abogados a su servicio
Justicia y equidad. Sólo aceptamos asuntos en los que el interés manifestado por nuestros clientes cuenta con soporte legal o jurisprudencial, o resulta razonable en términos de equidad.
Mediación y negociación. Intentamos hasta el último momento la solución fuera de los juzgados de los casos, procurando la mejor defensa del interés de nuestros clientes también en cuanto al tiempo de su resolución.
Objetividad y no mercantilización. Lo importante es el interés del cliente, no la rentabilidad de su caso, por lo que siempre damos nuestra opinión jurídica de manera objetiva y al margen de cualesquiera otros intereses.