El alquiler con opción a compra es un contrato de arrendamiento atractivo para quienes desean comprar una vivienda pero no tienen la capacidad económica necesaria para hacerlo. Es una manera de aprovechar lo que se paga por el alquiler para llevar a cabo, más adelante, la compra del inmueble. Por ello, es importante conocer las situaciones en las que puede ser más interesante elegir esta modalidad de alquiler, así como las ventajas e inconvenientes tanto para el inquilino como para el propietario.
Contrato de alquiler con opción a compra
El alquiler con opción a compra funciona de la siguiente manera: el inquilino habita la vivienda y paga cuotas mensuales como si se tratara de un alquiler común, pero una vez pasado un periodo de tiempo que previamente habrá acordado con el propietario, el inquilino puede decidir comprar la vivienda o no hacerlo.
Este tipo de contrato de arrendamiento se realiza mediante un contrato doble o mixto, que incluye uno de alquiler y otro de compraventa. De esta manera, el inquilino puede vivir en el inmueble por un periodo de tiempo concreto y, al terminar, tendrá derecho a comprarlo y descontar, total o parcialmente, las cuotas del alquiler.
El alquiler con opción a compra se rige por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) mientras dure el alquiler, y la regulación del contrato de compraventa para una vivienda está contenida en el Código Civil.
Ventajas e inconvenientes para el inquilino
El alquiler con opción a compra tiene ventajas e inconvenientes para cada una de las partes. En el caso del inquilino, este tipo de contrato puede ser interesante en situaciones financieras un poco precarias, cuando las entidades bancarias son reticentes a financiarle, los precios de la vivienda son altos y no tiene suficiente capital para hacer frente a la entrada de una casa. El alquiler con opción a compra es una opción frecuente para los jóvenes, que carecen de ahorros.
Otra ventaja adicional que ofrece este contrato es que el inquilino puede vivir en la casa por un tiempo antes de decidir si desea comprarla o no. De esta manera, puede asegurarse de que la vivienda se ajusta a sus necesidades y perspectivas de futuro antes de tomar una decisión tan importante. Además, el inquilino tiene más flexibilidad para cambiar de residencia si su situación laboral cambia, sin tener que preocuparse por la venta de la vivienda.
Entre los inconvenientes del alquiler con opción a compra para el inquilino, se encuentra la posible pérdida de la prima, que se paga al inicio del contrato como garantía para la compra posterior del inmueble. Si el inquilino decide no comprar la casa al finalizar el contrato, perderá la prima. Por otro lado, el precio del alquiler con opción a compra puede ser más elevado que el del alquiler tradicional, ya que el propietario asume un mayor riesgo.
Ventajas e inconvenientes para el propietario
Al igual que para el inquilino, el alquiler con opción a compra también tiene ventajas e inconvenientes para el propietario. Por ello, entre las ventajas para el propietario se pueden mencionar las siguientes:
- Mayor seguridad: El propietario cuenta con la garantía de que el inquilino tiene un mayor compromiso de pago, ya que existe un interés en la compra del inmueble.
- Ingresos estables: El propietario obtiene ingresos estables durante el periodo de alquiler, lo que puede ayudar a mejorar su situación financiera.
- Ventajas fiscales: Los propietarios tienen la posibilidad de beneficiarse de las ventajas fiscales para arrendadores. Además, hasta el momento de ejecución de la escritura no se pagan impuestos de compraventa.
Por otra parte, también existen una serie de inconvenientes para los propietarios que alquilen su vivienda con opción a compra:
- Menor flexibilidad: Al establecer un periodo de tiempo determinado para la opción de compra, el propietario tiene menos flexibilidad para vender la vivienda a otro interesado si el inquilino decide no comprar.
- Se recibe el dinero de forma gradual: Aunque la venta a plazos supone una ventaja de liquidez al recibir el dinero gradualmente, la falta de disponibilidad inmediata de la cantidad total puede ser un inconveniente.
- Incertidumbre respecto a la situación del mercado: El precio debe adaptarse a la situación actual del mercado inmobiliario, lo que puede suponer una pérdida de beneficios si los precios suben después de la firma.
El alquiler con opción a compra puede ser una buena opción tanto para inquilinos como para propietarios, siempre y cuando se tengan en cuenta las particularidades de este tipo de contrato de arrendamiento. Para ello, es importante contar con el asesoramiento legal especializado de un abogado en derecho inmobiliario, para poder llevar a cabo este tipo de transacciones de manera segura y eficiente.
