La relación entre arrendadores e inquilinos siempre ha sido un tema de gran importancia y sensibilidad en el ámbito de la vivienda. Cuando se firma un contrato de alquiler, tanto el propietario de la vivienda como los inquilinos que vivirán en ella esperan que la relación sea buena y con ausencia de problemas.
Sin embargo, en ocasiones esto no es así, ya que pueden surgir problemas como impagos, ocupación ilegal o incluso el incumplimiento de algunas cláusulas del contrato que lleven a una situación de desahucio.
Con la reciente implementación de la nueva Ley de Vivienda, se han introducido cambios significativos en las regulaciones que rigen los contratos de alquiler, ya que ha modificado la forma en que se abordan los desahucios, enfocándose en brindar una mayor protección a los inquilinos en situaciones vulnerables.
En cualquier caso, es crucial comprender cuándo y cómo aún es posible llevar a cabo un desahucio de manera legal y justa. Desde el impago de renta hasta el incumplimiento de cláusulas contractuales, existen condiciones específicas que deben cumplirse. Si eres propietario o inquilino, este artículo te proporcionará la guía necesaria para entender las pautas establecidas por la nueva Ley de Vivienda en relación con los desahucios.
¿Cuándo es posible desahuciar a un inquilino?
Hay varios casos en los que el propietario de una vivienda puede echar al inquilino que está viviendo en ella antes de que finalice el contrato de arrendamiento. Una de las causas más comunes es el impago de alguna mensualidad del alquiler.
Y sí, según el artículo 27 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), con que el inquilino no pague un mes, es suficiente para que el propietario inicie un procedimiento legal para desahuciarlo.
Sin embargo, este no es el único supuesto en el que un propietario puede echar de la vivienda a un inquilino. Esto también es posible cuando éste último no paga los suministros, tales como el agua o la luz, cuando no paga la cantidad correspondiente a la fianza acordada por ambos, o cuando el inquilino decide subarrendar la vivienda por su cuenta a pesar de que el propietario no le ha dado permiso para llevar a cabo tal actividad.
Además, el propietario podrá iniciar un procedimiento jurídico de desahucio en el caso de que el inquilino lleve a cabo ciertas actividades molestas o incluso peligrosas e insalubres dentro de la vivienda, cuando se hayan producidos daños materiales intencionados o cuando se hayan iniciado unas obras o reforma sin consentimiento del propietario.
Otra de las causas por las que se puede producir un desahucio es la negación, por parte del inquilino, de abandonar la vivienda cuando el contrato ha finalizado y no ha sido renovado. Incluso si el dueño de la vivienda la necesita para su propio uso o para el de un familiar en primer grado de consanguinidad, éste podría echar al inquilino, eso sí, mediante previo aviso de dos meses como mínimo.
¿Cómo puedo echar al inquilino?
Hay una serie de pasos para poder desahuciar a un inquilino que está ocupando tu vivienda. Lo primero que te recomendamos es intentar llegar a un acuerdo con él si, por ejemplo, se ha producido un impago de las mensualidades o los suministros.
Quizás el inquilino está pasando por una situación económica complicada y es sólo una cuestión de tiempo que todo vuelva a la normalidad.
Sin embargo, hay ocasiones en las que el entendimiento no es posible. En ese caso, veremos qué debes hacer para iniciar un proceso de desahucio paso por paso.
- Como hemos mencionado antes, lo primero que debes hacer es intentar que el inquilino pague de forma voluntaria. Te recomendamos que le envíes un documento con la cantidad a deber y el periodo que tiene para pagar, que suele ser de unos 10 días.
- Si después de un mes no hay respuesta por parte del inquilino ni éste ha pagado la deuda, debes acudir a un abogado especialista en derecho inmobiliario. Con el asesoramiento de éste y la ayuda de un procurador, podrás comenzar a redactar la demanda de desahucio, incluyendo tu deseo de que el inquilino deje la vivienda y de que pague la cantidad de dinero que debe.
- Tras haber sido la demanda admitida a trámite, el inquilino dispone de 10 días para responder. En el caso de que lo haga, se podrá fijar qué día se celebrará el juicio. Sin embargo, si no contesta, no habrá juicio y se procederá automáticamente al desalojo.
¿Qué documentos necesito para desahuciar a un inquilino?
En el caso de que, como propietario de la vivienda, decidas iniciar un procedimiento de desahucio debido a alguna de las causas que hemos visto en el punto anterior, tendrás que presentar ante el juzgado estos documentos:
- Contrato de arrendamiento: Este documento debe estar firmado por ambas partes: inquilino y propietario, ya que en caso de no estarlo, no tendría validez.
- Ya hemos hablado de que, en caso de impago, se tenía que informar al inquilino, dándole la oportunidad de que se pusiera al día con sus deudas. Esto se suele hacer a través de un burofax, cuyo acuse de recibo y copia debe presentarse junto al contrato de alquiler para demostrar que el inquilino está avisado de la deuda y que ha pasado un plazo razonable para que la pagase.
- También debes aportar los justificantes de todas las deudas a pagar por el inquilino de la vivienda, ya que necesitas demostrar la cantidad de dinero debida.
Como has podido ver, el proceso para iniciar un trámite de desahucio en el caso de que tu vivienda esté ocupada y quieras recuperarla no es algo complicado ni tedioso. Sin embargo, te recomendamos acudir a un abogado experto en derecho inmobiliario, ya que podrá asesorarte desde la profesionalidad y ofrecerte la mejor opción para recuperar tu casa.