Que toda empresa es por esencia adicta al riesgo es algo que parece estar fuera de toda duda. Es esa complicidad del empresario con el riesgo lo que produce la creación de empresas y la creación de riqueza de un país.
La supervivencia de la empresa depende en gran medida de la administración del riesgo y es por tal razón que gestionar el riesgo se ha convertido en una de las tareas esenciales de todo empresario.
Y uno de esos riesgos es el de que un directivo, un empleado o un proveedor cometan, aun sin ser conscientes de ello, un delito del que pueda derivarse responsabilidad penal para la empresa o para sus órganos de gobierno. Si tal cosa ocurriera, podría desvanecerse, por grande que fuera, todo un proyecto empresarial.
El proceso de gestión del riesgo penal en la empresa debe contemplar el contexto en el que se mueve, así como identificar y evaluar los riesgos inherentes a este contexto. Esto es el principio de un programa de Compliance Penal.
Consecuencias de no contar con un programa de Compliance Penal
Las consecuencias de no contar con un programa de compliance pueden ser sencillamente demoledoras: sanciones económicas difíciles de digerir, suspensión de la actividad, clausura de establecimientos y hasta la disolución de la compañía. Penas a las que pueden sumarse las de privación de libertad para el órgano de administración.
Si usted está pensando en implementar un sistema de compliance en su empresa, le felicitamos. Su inversión está llamada a un importante retorno: la mitigación del riesgo de incurrir en responsabilidad penal por delitos cometidos por directivos o empleados.
¿Qué proponen nuestros abogados especializados en Compliance Penal?
Que considere la implementación de un programa de cumplimiento como una inversión.