El sector inmobiliario ha sufrido muchos cambios en los últimos años y es una de las áreas que más dudas legales genera entre nuestros clientes. ¿Cuánto debe durar un contrato de arrendamiento? ¿Qué cláusulas debo incluir en el contrato? ¿Qué pasa cuando termina un contrato de alquiler?
Un contrato de arrendamiento es un documento que regula el uso de un inmueble y debe recoger las obligaciones, derechos e intereses de las partes implicadas.
Los alquileres conllevan una serie de trámites a los que hay que prestar mucha atención. Por eso, recomendamos el asesoramiento de un abogado especializado en contratos de arrendamiento que te ayude a redactarlo y detallar todas las cláusulas de forma profesional con el fin de evitar conflictos en un futuro.
¿Qué debe contener un contrato de alquiler?
Un contrato de arrendamiento debe incluir los siguientes puntos:
- Datos personales de ambas partes, arrendador y arrendatario.
- Identificación del inmueble.
- La duración del alquiler.
- Condiciones para la renovación del contrato.
- La renta y la fianza acordada.
- Las cláusulas específicas pactadas.
¿Cuál es la duración mínima de un contrato de alquiler?
Según lo establecido por la Ley de Arrendamientos Urbanos, la duración mínima de un contrato de alquiler será de 5 años para las personas físicas y 7 años para empresas u organizaciones. En principio, la duración de un contrato de alquiler es pactada libremente por las partes interesadas. Sin embargo, los contratos de arrendamiento inferiores a 5 años deberán obligatoriamente prorratearse hasta alcanzar dicha duración.
Los contratos de alquiler sin duración determinada se considerarán de un año, lo que obliga al propietario a prorrogar anualmente hasta alcanzar los 5 años. En caso de no querer prorrogar el contrato, el propietario deberá notificarlo con un mínimo de 4 meses de antelación y el inquilino, por su parte, con 2 meses de antelación.
¿Qué es una prórroga tacita en un contrato de alquiler?
Si llegada la fecha de finalización del contrato, ninguna de las partes ha notificado su voluntad de no continuar, el contrato automáticamente se renovará y se producirá la denominada tácita reconducción.
La relación entre las partes entra en tácita reconducción cuando, pasados 15 días tras finalizar el contrato (y sus prórrogas), el inquilino continúa en la vivienda sin haber devuelto las llaves y el propietario no ha notificado su intención de poner fin al contrato de alquiler. En ese momento, el contrato de arrendamiento inicial finaliza y se genera automáticamente un nuevo.
Si tienes dudas sobre cómo hacer un contrato de alquiler o estás teniendo problemas como inquilino o propietario, podemos ayudarte. Nuestros abogados son expertos en la redacción de contratos de arrendamiento y llevan años defendiendo los intereses de nuestros clientes.
