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febrero 16

Todo lo que debes saber sobre el despido procedente

En derecho laboral, el despido procedente es uno de los procedimientos más específicos que se dan cuando un empleador quiere cesar la relación profesional con un trabajador. Por eso, es crucial contar con el asesoramiento de un abogado experto en despidos procedentes o disciplinarios.

Un abogado experto en el despido procedente es aquel profesional con conocimientos completos en la normativa laboral y experiencia en casos de despido. Su papel es garantizar que se están cumpliendo todos los requisitos legales para el despido procedente. 

Cabe destacar que contar con un abogado experto en despido procedente no solo brinda seguridad jurídica a los empleadores, sino también a los empleados. Pero antes de buscar el asesoramiento legal, veamos qué es el despido procedente y los tipos que existen.

¿Qué es el despido procedente? 

El despido procedente es un procedimiento dentro del derecho laboral que se aplica cuando un empleador decide acabar la relación laboral con uno de sus empleados por incumplimiento grave del trabajador. Ahora bien, ten algunas cosas en cuenta acerca de este tipo de despido: 

  • El despido procedente solo se lleva a cabo bajo casos bien justificados
  • Esos casos justificados deben respaldarse por pruebas sólidas y documentadas

Lo más curioso del despido procedente es que el empleador no tiene la obligación de pagar indemnización al trabajador despedido, ya que la terminación del contrato se basa en una falta cometida por el empleado. Como el despido está justificado, no se puede reclamar nada. 

Eso sí, un abogado laboralista sabe que existe la posibilidad de percibir el correspondiente subsidio por desempleo, aunque esto dependerá de la circunstancia específica del despido. Veamos cuáles son las causas justificadas del despido procedente en derecho laboral.

Causas justificadas del despido procedente 

El despido procedente solo se aplica cuando se cumplen ciertos requisitos establecidos por la ley. A continuación, se mencionan algunas de las causas justificadas más comunes:

Faltas repetidas de puntualidad o asistencia al trabajo

Una falta de asistencia constante o llegadas tardías repetitivas pueden afectar gravemente al funcionamiento de una empresa y justificar el despido procedente. Es importante que el empleador haya advertido siempre al trabajador sobre las consecuencias de sus faltas.

Podemos considerar como faltas repetidas el siguiente comportamiento del trabajador:

  1. Llegada tardía al trabajo, lo cual afecta la operatividad y puntualidad de la empresa
  2. Ausentismo sin justificación frecuente en días laborables, generando una carga para los compañeros de trabajo y afectando el rendimiento y productividad del equipo
  3. Incumplimiento de la obligación de notificar con antelación las ausencias laborales

Se considera que estos tres problemas afectan gravemente al proceder habitual de una empresa, por lo que el empleador tiene derecho a efectuar un despido procedente.

Incumplimiento grave de las obligaciones laborales

Si resulta que un empleado no cumple con sus responsabilidades o no hace su trabajo de forma adecuada, un abogado experto en el despido procedente te dirá que el empleador puede despedirlo siempre que cuente con pruebas contundentes que respalden su decisión.

Podemos considerar como incumplimiento grave de las obligaciones laborales lo siguiente:

  1. Negligencia en el desempeño de las tareas asignadas, lo cual ocasiona errores frecuentes que perjudican la calidad del trabajo y la imagen de la empresa
  2. No alcanzar los objetivos establecidos de manera reiterada, demostrando una falta de compromiso y habilidad para realizar las funciones propias del cargo
  3. Desobediencia a las órdenes o instrucciones legítimas impartidas por la dirección o superiores, poniendo en riesgo la seguridad, el funcionamiento y la normativa

Estos tres problemas dificultan mucho el desarrollo profesional correcto dentro de una empresa o comercio, por lo que el empleador tiene derecho a efectuar un despido procedente.

Transgresión de la buena fe contractual

Por buena fue contractual entendemos que, si un empleado actúa de manera deshonesta o hace algo que perjudique a la empresa, como filtrar información confidencial o competir con la empresa en actividades similares, el empleador sí puede optar por el despido procedente.

Podemos considerar como transgresión de la buena fe contractual estos comportamientos:

  1. Divulgación de información confidencial de la empresa a terceros sin autorización, comprometiendo la privacidad y seguridad de los datos empresariales
  2. Actos de competencia desleal, aprovechando información privilegiada para beneficio personal o para dañar a la empresa
  3. Realizar actividades ajenas a las labores establecidas en el contrato de trabajo durante el horario laboral, no cumpliendo con las responsabilidades asignadas

Estos tres problemas ponen graves impedimentos en la consecución de tareas profesionales, por lo que un abogado laboralista puede aconsejar el despido procedente al empleador.

¿Un trabajador tiene derecho al paro con un despido procedente? 

En derecho laboral un trabajador tiene derecho a percibir el subsidio por desempleo si ha sido despedido de forma procedente. Esto es porque, a pesar de que se haya justificado el despido, el trabajador no ha decidido voluntariamente dejar su empleo y puede pedir un subsidio.

No obstante, el trabajador debe cumplir con los requisitos del Servicio Público de Empleo para percibir el paro. Esto implica, por ejemplo, haber cotizado el tiempo mínimo exigido, no haber rechazado un empleo adecuado ni estar en una situación de incapacidad para trabajar.

Por eso es que es vital contar con el asesoramiento de un abogado laboralista para conocer en detalle los derechos y requisitos específicos que se deben cumplir en cada caso, y para asegurarse de que se siguen los trámites necesarios para obtener el subsidio por desempleo.

Tipos de despidos procedentes

Existen diversos tipos de despidos procedentes, cada uno de ellos relacionado con las distintas causas justificadas mencionadas anteriormente en este mismo artículo. Para que te quede claro qué tipos de despidos procedentes se pueden dar, aquí se desciriben los más comunes:

Despido procedente por faltas de asistencia

El despido procedente por faltas de asistencia es un tipo de despido procedente que se aplica siempre y cuando el trabajador haya acumulado un alto número de faltas injustificadas o llegadas tardías reiteradas. En este caso, el empleador tiene derecho a ejercer sus derechos.

Despido procedente por incumplimiento de obligaciones

El despido procedente por incumplimiento de obligaciones tiene sentido cuando el empleador tiene pruebas de que un trabajador ha incumplido de manera grave y reiterada sus obligaciones laborales. Las tareas no realizadas, la negligencia o la incompetencia son algunos ejemplos.

Despido procedente por transgresión de la buena fue

El despido procedente por transgresión de la buena fe se efectúa en derecho laboral si el empleado ha cometido acciones que perjudican a la empresa, como revelar información confidencial, competir deslealmente o realizar actos inapropiados en el lugar de trabajo.

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