Cuando una persona se enfrenta al alzamiento de bienes, es de vital importancia entender las consecuencias legales y cómo afecta esta conducta al procedimiento de la Ley de la Segunda Oportunidad.
¿Qué es el alzamiento de bienes?
El alzamiento de bienes es una práctica donde el deudor oculta parte total o parcial de su patrimonio con el objetivo de evitar devolver las deudas contraídas con los acreedores. Por tanto, los acreedores se ven imposibilitados a la hora de cobrar las deudas.
Un abogado que está especializado en el alzamiento de bienes comprende que se produce un alzamiento de bienes cuando tiene lugar cualquiera de las siguientes situaciones:
- Hacer actos de disposición gratuitos u onerosos
- Ocultar que el deudor es titular de uno o más bienes
- Declararse en situación de insolvencia
En estas situaciones, el objetivo del deudor es no hacer frente a los pagos que tiene pendientes con los acreedores y, por tanto, los está perjudicando deliberadamente. Esto actúa en contra del derecho de los acreedores a ejecutar y hacer efectivo su crédito.
En definitiva, el deudor utiliza todo tipo de artificios con un carácter aparentemente legal para dar a demostrar que su patrimonio es bajo o nulo, siendo esto del todo incierto. Esta acción se considera un delito que está regulado en los artículos 257 a 258 del Código Penal.
Consecuencias de ocultar patrimonio a nivel civil
Más allá de la Ley de la Segunda Oportunidad, los efectos de ocultar el patrimonio a nivel civil son varias y lo suficientemente graves. Por eso, se considera crucial actuar con transparencia y cumplir con las obligaciones pertinentes.
Hay que hacer frente a la responsabilidad patrimonial
Cuando una persona se molesta en ocultar una parte del patrimonio o su totalidad, está poniendo en riesgo la situación financiera de los acreedores. Esto quiere decir que los afectados por la situación deben pagar deudas o compensar a terceros perjudicados.
Los contratos se anulan y se puede pedir una indemnización
Si durante el procedimiento judicial se consigue demostrar que la persona responsable ocultó patrimonio para poder obtener algún beneficio dentro de un contrato, este puede llegar a anularse. Además, la parte perjudicada también tiene derecho a solicitar una indemnización.
Se producen sanciones económicas por fraude fiscal
Otra razón por la que una persona puede cometer un alzamiento de bienes es para no tener que pagar impuestos. En este caso, las partes que han sido responsables de hacer tales movimientos fiscales pueden llegar a enfrentarse a sanciones económicas por fraude fiscal.
La reputación de la persona que comete el delito se daña
Además de todas las consecuencias civiles que hemos descrito, la persona responsable de cometer un alzamiento de bienes también se enfrenta a la pérdida o damnificación de la reputación. El alzamiento de bienes afecta tanto a nivel personal como a nivel profesional.
Hay que enfrentarse a acciones legales perjudiciales
En caso de que se consiga demostrar legalmente que la persona ocultó patrimonio de manera intencionada y, por tanto, con mala fe en algún momento durante el delito, se puede enfrentar a acciones judiciales iniciadas por parte de los terceros perjudicados.
Consecuencias de ocultar patrimonio a nivel penal
Más allá de las consecuencias civiles y de la Segunda Oportunidad, el alzamiento de bienes también tiene efectos a nivel penal que merecen tenerse en cuenta actualmente:
Delito de defraudación fiscal
Si se oculta patrimonio con el fin de eludir el pago de impuestos, se puede incurrir en un delito de defraudación fiscal. Este delito está tipificado en el Código Penal y puede conllevar penas de prisión, multas e incluso inhabilitación para ejercer ciertas actividades económicas.
Delito de blanqueo de capitales
Cuando se oculta patrimonio con el fin de aparentar una legitimidad falsa, se incurre en un delito de blanqueo de capitales. Este delito también está tipificado en el Código Penal y conlleva penas de prisión, multas o la confiscación de bienes obtenidos de forma ilícita.
Responsabilidades civiles obligatorias
Ocultar patrimonio también puede hacer que la persona que ha infringido el delito tenga responsabilidades civiles obligatorias. Por ejemplo, se puede exigir al infractor que devuelva los bienes ocultados y que indemnice a los perjudicados por su actuación.
Consecuencias de ocultar bienes y patrimonio en la Ley de la Segunda Oportunidad
La ocultación de bienes y patrimonio en el proceso de la Ley de la Segunda Oportunidad puede tener diversas consecuencias legales y financieras, entre las cuales se incluyen:
- Sanciones económicas obligatorias
Cuando se ha demostrado que una persona ha ocultado bienes y patrimonio con la única intención de eludir sus obligaciones financieras, puede enfrentarse a sanciones económicas que se establecen por parte de las autoridades competentes.
- El infractor pierde el derecho a la protección legal
Un abogado experto en la Ley de la Segunda Oportunidad sabe que los deudores tienen el derecho de renegociar sus deudas e incluso conseguir una cancelación parcial o total de las mismas. Aun así, el alzamiento de bienes puede suprimir automáticamente el derecho. De hecho, si se descubre que una persona ha estado ocultando parte de sus bienes y patrimonio con mala fe, es probable que se pierda esta protección legal que asegura la Ley de la Segunda Oportunidad y que, por lo tanto, se vea obligado a resolver las deudas en su totalidad.
- Los acreedores pueden tomar acciones legales
Si los acreedores descubren que el deudor ha ocultado bienes y patrimonio con el objetivo de evadir el pago de sus deudas, tienen el derecho de emprender acciones legales. Por ejemplo, pueden iniciar demandas judiciales y ejecutar embargos para recuperar la deuda pendiente.
- Pérdida de la confianza y credibilidad
La ocultación de bienes y patrimonio afecta a la reputación y la credibilidad del deudor, tanto en el ámbito financiero como en el personal. La falta de transparencia perjudica a las relaciones con los acreedores, familiares y amigos, así como a las negociaciones financieras.
