Las tarjetas revolving son un método de pago a crédito que se usa mucho hoy en día. Sin embargo, tienen una desventaja: sus intereses son más del 25% de la Tasa Anual Equivalente.
Además, las tarjetas revolving pueden crear problemas en el historial crediticio, que puede empeorar por su uso. Esto se debe a que las compras se pagan parcialmente y los bancos cobran intereses sobre lo que se ha pagado.
En este artículo te explicamos exactamente qué son las tarjetas revolving, cómo te afecta usarlas y los riesgos que tiene utilizarlas.
¿Qué es el historial crediticio?
El historial crediticio es un documento que recoge tu información financiera y no solo muestra los datos sobre las deudas actuales, sino también las cuotas que no has pagado.
Esta información que muestra el historial sirve para que las entidades financieras sepan qué tipo de persona eres y si sabes manejar bien tu dinero. Así, pueden comprobar cómo has pagado tus deudas en el pasado antes de darte un nuevo crédito.
¿Cómo obtener el historial crediticio?
Puedes ingresar a la Central de Información de Riesgos del Banco de España (CIRBE) para obtener el historial crediticio. Cualquier persona puede acceder, solo tienes que seguir uno de estos pasos:
- Entrar en la web del Banco de España, la interfaz es sencilla y podrás completar la solicitud sin problemas.
- Enviar una solicitud del historial crediticio por correo electrónico.
- Ir en persona a la oficina principal del Banco de España, donde te darán el historial al momento.
También hay otros registros como el Fichero de Incidencias de Pagos (ASNEF) y el Registro de Aceptaciones Impagadas (RAI), que recogen información sobre la gestión financiera de las personas en España.
Los bancos y los prestamistas usan la información del historial crediticio para poder calcular el riesgo de darte un crédito. Pero, cuando pides una tarjeta revolving tu registro financiero empieza a ser registrado enseguida.
Si pagas a tiempo, tus posibilidades de conseguir un préstamo son más altas. Pero, si te retrasas en los pagos, tendrás consecuencias en tu historial crediticio y tu reputación será mala.
¿Qué es una tarjeta revolving?
Las tarjetas revolving son un sistema para que como usuario puedas hacer compras y pagar una cantidad mensual mínima al mes. Pero, el saldo que queda es financiado y acumulado como deuda para pagarla después.
En lugar de tener un límite de fondos fijo, una tarjeta revolving te permite renovar el saldo. Es decir, mientras pagas el saldo que debes el límite se restablece automáticamente para hacer más compras.
Cada mes tienes la opción de hacer un pago mínimo o pagar el saldo total, que es una parte del saldo que debes junto con los intereses acumulados. Si quieres hacer un pago mínimo, el dinero que queda se considera como deuda.
Riesgos de contratar una tarjeta revolving
Las tarjetas revolving te pueden dar muchos problemas por estos motivos:
- Falta de control sobre las compras: al tener acceso fácil al crédito, no controlas la cantidad de compras que haces. Esto te hace comprar cualquier servicio o producto sin pensar si lo necesitas de verdad. Así, las deudas se juntan y se vuelven muy difíciles de controlar.
- Aumento de la deuda: al hacer un pago mínimo al mes, tardarás más en pagar la deuda entera. Así, los intereses se juntan y el importe total que debes crece en poco tiempo, lo que empeora tu situación financiera y no te deja recuperar el equilibrio.
- Tasa de interés muy alta: estas tarjetas tienen tasas de interés muy altas, de hecho son más altas que las de las tarjetas de crédito normales. Es decir, puedes llegar a pagar una tasa de más del 25% TAE sin ser consciente de lo que supone.
Estos riesgos te harán dejar de pagar tu tarjeta revolving, lo que dejará una marca negativa en tu historial crediticio para siempre. A medida que falles en los pagos mensuales los bancos empezarán a desconfiar de ti y no te darán créditos como préstamos o hipotecas.
Protege tu historial crediticio al usar una tarjeta revolving
Si has dejado de pagar varias veces en tu historial crediticio es posible que quieras ir a un abogado especialista en tarjetas revolving para saber cómo arreglarlo o protegerlo. Sin embargo, hay una serie de pasos que puedes seguir por tu cuenta:
- Programa los pagos de forma automática: si pones un recordatorio para no olvidarte de pagar tu tarjeta revolving mantendrás un historial crediticio positivo.
- Paga más del mínimo: si quieres tener menos deudas e intereses lo que debes hacer es subir el importe de los pagos mensuales. Así, reducirás pronto el crédito que debes y tendrás menos cargos extra.
- Revisa tu historial de crédito: pide al menos una vez al año tu historial de crédito para comprobar que la información que sale sea correcta. Puede que los datos no estén al día o que haya errores.
- Detecta faltas de transparencia en los contratos de tarjetas revolving: muchas empresas no explican bien las obligaciones que tienen sus productos, y algunas tienen intereses altos que puedes pasar por alto.
- Negocia con la empresa: hay casos en los que puedes hablar con la empresa que te dio tu tarjeta revolving y negociar una bajada de los intereses acumulados o un plan de pagos.
- Pide un préstamo: aunque tengas muchas deudas en tu tarjeta revolving que hayan afectado mal a tu historial crediticio, hay empresas que ofrecen préstamos para estos casos con los que podrás pagar tu deuda. Eso sí, tendrás un nuevo crédito que pagar en cuotas mensuales, pero los intereses serán más bajos.
Usar las tarjetas revolving es una forma de hacerte la vida más fácil a la hora de comprar. Pero, debes estar al tanto de los intereses y las consecuencias que tienen para los usuarios en su historial crediticio. Además, si crees que tu contrato no es transparente, lo mejor es que te informes con un abogado experto en derecho bancario para evitar injusticias.