La Ley de Segunda Oportunidad está pensada para solventar la situación financiera de una persona deudora declarada insolvente. Pero ¿se terminan los problemas de índole económica y legal después de que se active el procedimiento de la Ley?
Comenzar de nuevo con la Ley de Segunda Oportunidad
Un abogado experto en la Ley de la Segunda Oportunidad se encargará de informar a la persona que se ha acogido a sus ventajas de cuál será su situación y a partir de entonces la persona interesada podrá optar a diferentes vías para poder seguir adelante:
Estableciendo un plan de pagos personalizado
Se establece un plan de pagos personalizado según la situación financiera de la persona para que pueda ir eliminando las deudas durante tres a cinco años. De esta manera, al deudor en cuestión se le permite seguir viviendo en su casa habitual sin llegar al riesgo de perderla.
Pudiendo deshacerse de las deudas con el patrimonio
También se da la opción de pagar las deudas con el patrimonio del deudor, eso sí, con el riesgo de que pueda perder de una vez por todas su casa habitual. Esta alternativa de la Ley de la Segunda Oportunidad no suele ser ni la más beneficiosa ni la más aconsejable.
Saliendo del listado de morosos en España
Uno de los grandes beneficios de acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad en España es que se permite salir de ficheros de morosos como el ASNEF, de tal manera que la persona física deudora acceda a otros instrumentos financieros óptimos para mejorar su situación.
Pudiendo cancelar la mayoría de las deudas
Se pueden exonerar las deudas pendientes si el deudor no llega a un acuerdo con los acreedores para crear un plan de pagos, con los requisitos de que se haya actuado con buena fe y su situación de insolvencia conste en los últimos cuatro años máximo.
Congelando los embargos durante el proceso
Los embargos se congelan temporalmente hasta que se evalúa la situación financiera de la persona que se quiere acoger a la Ley de la Segunda Oportunidad. De ahí que establecer un plan de pagos para resolver las deudas contraídas sea una de las mejores opciones de todas.
¿Quiénes se benefician de la LSO?
Las situaciones descritas anteriormente son a las que el deudor se enfrenta si se aprueba la Ley a su favor. El fin del procedimiento es eliminar o aliviar las cargas financieras que generan las deudas. De esta manera, la persona puede ejercer sus derechos y empezar de nuevo.
La LSO está pensada para que tanto las personas físicas como los autónomos que están en una situación de sobreendeudamiento importante y no pueden hacer frente a sus deudas puedan cancelarlas y empezar de cero, reiniciando su vida financiera de forma más estable.
La Ley de la Segunda Oportunidad es revisable
Una de las desventajas que tiene acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad es que, durante los 3 años siguientes desde que se aprueba el procedimiento a favor de la persona deudora, los acreedores pueden solicitar una revisión de su situación financiera.
La LSO es una legislación que se cambia o mejora con la implementación de revisiones y modificaciones, dependiendo de las necesidades de las personas involucradas. Este dato lo tiene en cuenta un abogado experto en la Ley de la Segunda Oportunidad.
Esto significa que si, por ejemplo, la persona que se beneficia de la Ley ha recibido una herencia o ha pasado por cualquier evento que mejora drásticamente su situación financiera, los acreedores aún pueden exigir que se les paguen las deudas contraídas. Ahora bien, si una vez pasados esos 3 años la persona deudora ha cumplido con el plan de pagos o se le han cancelado las deudas contraídas con su patrimonio, no tiene obligación de hacer frente a ninguna deuda. Esto es porque se considera libre de cualquier carga.
¿Puedo pedir préstamos después de la Ley de Segunda Oportunidad?
Sí, la persona deudora puede pedir un préstamo después de la Ley de la Segunda Oportunidad. Sin embargo, no siempre es aconsejable tomar esta decisión debido a las condiciones nuevas a las que se enfrenta la persona que se ha acogido a la LSO:
- Las entidades financieras opinan que una persona que se ha acogido a la Ley son más susceptibles a pasar por situaciones de impago. Por eso, lo más normal es que los bancos pidan más garantías y ofrezcan intereses más altos de lo acostumbrado.
- Pedir un préstamo después de la Ley de la Segunda Oportunidad puede ser un movimiento poco favorable si la persona quiere reconstruir su economía. De hecho, para los bancos esta persona está en una situación de riesgo financiero.
Por tanto, un abogado especializado en la Ley de la Segunda Oportunidad sabe que la persona que se acoge a la LSO puede pedir el préstamo que quiera, si bien las condiciones para hacerlo no son las mismas que las de una persona que sin esos mismos riesgos financieros.
Esto quiere decir que no suele convenir que la persona pida préstamos después de la LSO.
Se debe tener en cuenta que es probable que una persona vulnerable económicamente puede caer en una nueva situación de endeudamiento, sobre todo si esa persona no está planificando bien los pagos. En este caso, es crucial evaluar la situación financiera y tomar decisiones inteligentes. No obstante, en Lidiare somos abogados especializados en renegociación y reestructuración de deudas para salvaguardar tus bienes y proteger tu situación financiera.