Los microcréditos son préstamos más bien reducidos o de cantidades pequeñas de dinero. Constituyen una herramienta financiera útil para solucionar problemas de urgencia, o para afrontar pequeños gastos del día a día, como la compra de un electrodoméstico, o el inicio de un emprendimiento.
Sin embargo, así como sucede con los demás tipos de préstamos, los microcréditos también tienen sus condiciones y términos. Para que este tipo de créditos sean realmente fructíferos, es necesario conocer en detalle las reglas que lo rigen.
Una de las preguntas más frecuentes que suele aparecer al momento de considerar solicitar un microcrédito, es qué sucede si, por diversos motivos, no se puede pagar las cuotas en tiempo y forma.
En esta ocasión, te traemos información sobre cuáles son las posibles consecuencias de no saldar a tiempo el préstamo solicitado, y en caso de ser necesario, cómo se puede proceder para reclamar un microcrédito.
Características esenciales de un microcrédito
Si bien se trata de un préstamo, el microcrédito se distingue de un préstamo tradicional en algunos puntos fundamentales. Uno de ellos es el monto al que se puede acceder a través de esta herramienta financiera, que suele ser más bajo que el de los préstamos convencionales.
Otro de los beneficios de los microcréditos es que son más flexibles y presentan unas condiciones de solicitud más laxas. Esto permite que personas que no cuentan con un historial crediticio, que no tienen ingresos regulares o un empleo fijo, puedan acceder a pequeñas cantidades de dinero, que de otra forma no podrían.
Por otro lado, la documentación que se suele solicitar a los prestatarios no es tan amplia ni meticulosa como la que se pide en los préstamos bancarios de mayor envergadura.
Riesgos posibles al pedir un microcrédito
Por supuesto, como era de esperar, pedir un microcrédito también implica aceptar ciertos riesgos. Uno de los más significativos es que, al ser una herramienta a la que pueden acceder personas más inestables financieramente, las tasas de impuestos tiende a ser más altas.
También se puede generar un ciclo de deudas. Es decir, en algunos casos los prestatarios se ven tentados a pedir nuevos microcréditos para saldar créditos anteriores, dando origen así a una deuda acumulativa y viciosa.
Por otro lado, existen casos en los que se aplican penalizaciones y cobros abusivos por parte de las entidades prestamistas, sobre todo en situaciones de falta de pago.
Finalmente, la carencia de claridad y la falta de transparencia en cuanto a las condiciones del contrato también representa un riesgo importante al que hay que prestarle atención al firmar un contrato de microcrédito.
Consecuencias de no pagar un microcrédito
Antes que nada, no hay que perder de vista que, al tratarse de créditos más reducidos, también los tiempos brindados para saldar las deudas son menores que los de los préstamos convencionales.
En caso de que los prestatarios no puedan saldar el microcrédito que solicitaron, las instituciones prestamistas pueden recurrir a la aplicación de intereses extra o penalizaciones por falta de pago. Esto, como es de suponer, aumenta la cantidad de dinero que se debe.
Como ya comentamos previamente, algunos prestamistas aprovechan esta situación para aplicar penalizaciones excesivas, detalle que no hay que perder de vista para evitar situaciones de abuso.
Otra de las posibles consecuencias es la inclusión del prestatario en una lista de morosos. Esto, claramente, afecta al perfil financiero de la persona, pues se le complicará solicitar nuevos créditos o hipotecas en el futuro.
Otras consecuencias
Si el consumidor no paga a tiempo las cuotas del microcrédito, se puede llegar a una situación de embargo de bienes. En primer lugar, suelen embargarse bienes líquidos, por ejemplo, ayudas, pensiones, nóminas y similares. En casos más graves, se llega al embargo de propiedades.
Si la entidad prestamista se pone en contacto directo con el deudor para averiguar las razones de falta de pago, o si se llega a un impago considerable (entre 3 y 6 pagos), se puede llegar a una instancia de reclamación judicial.
En estos casos, lo mejor que puede hacer el deudor es recurrir a un abogado bancario que lo asesore debidamente. Con esta ayuda legal, el prestatario podrá tomar las decisiones más adecuadas y convenientes para su situación particular.
Reclamar un microcrédito
En ciertas situaciones, se puede llevar a cabo una reclamación de microcrédito. Esto, por supuesto, se puede hacer siempre y cuando se den ciertas condiciones que te comentamos a continuación.
¿Cuándo puedo reclamar un microcrédito?
En caso de que el TAE aplicado en el microcrédito solicitado supere el 20%, puede considerarse que se trata de un interés abusivo. Esto habilita a que los prestatarios puedan llevar a cabo una reclamación de microcrédito.
Lo mismo vale si la entidad que otorga el microcrédito no le brinda al consumidor toda la información pertinente a la tasa de interés aplicada y a los demás términos que rigen el préstamo. Dicho de otra manera, si hay falta de transparencia por parte del prestamista, también se puede reclamar microcrédito.
Cómo reclamar un microcrédito
En primer lugar, para ejecutar una reclamación de microcrédito, debes asegurarte de tener todos los documentos relacionados con el préstamo. Asimismo, recomendamos leer el contrato y los términos con detenimiento, para así contar con toda la información necesaria.
Por otro lado, es aconsejable que te comuniques con la entidad que te otorgó el microcrédito, y le pidas que te brinde toda la información sobre cómo proceder con la reclamación.
En caso de que esta medida no te lleven a solucionar tu problema, puedes decidir presentar una reclamación formal por escrito. En ella debes explicar en detalle cuál es el motivo que te llevó a realizar la reclamación en cuestión. Finalmente, siempre sostenemos que la mejor decisión es pedir el asesoramiento de un abogado especialista en reclamación de microcréditos.